Partiendo de la base de que lo subjetivo es inherente a la actividad humana, mi conclusión se basa en algo tan sencillo y objetivo, como medir con un metro un libro y hacer lo propio con la pantalla de un lector electrónico.
Otra valoración, tambien subjetiva pero con base objetiva, que afecta a
todas las personas mayores de 40 años, es la presbicia y la mayor fatiga ocular que el uso de lentes conlleva para este amplio segmento de la población.
En estos supuestos sumarle a la tinta electrónica un buen tamaño de pantalla es conveniente para la salud ocular, así como para el disfrute propiamente dicho de la lectura.
Si a eso añadimos que un segmento mayoritario de los usuarios de lectores electrónicos son "de los cuarenta para arriba" la ecuación como que cuadra.
saludos