Fantasía antiheróica
. Desde la primera página de cualquiera de sus libros se nota que el autor es inglés, tiene un humor muy sarcástico, muy negro y unos personajes que enamoran. Muchísima acción, magia en cantidades comedidas (en eso se parece a GOT, pero únicamente en eso), un universo divido en tres zonas bastante reconocibles: el norte habitado por bárbaros que recuerdan a los vikingos, el centro donde reina un imperio en decadencia que podemos identificar sin grandes problemas con la Europa medieval y el sur, unas tierras exóticas donde acechan la magia y los ejércitos de otro imperio que podría corresponderse con la época de esplendor de los califatos musulmanes.
Los héroes son cobardes, estúpidos en muchas ocasiones, envueltos en situaciones que generalmente les superan y de las que salen, o no, siempre malparados y heridos. Aquí no hay brillantes paladines invencibles, ni blandengues princesitas criadas entre algodones. Todo es sucio, vil y depravado. Las descripciones de las batallas son magistrales, en mi opinión es lo que mejor se le da a Abercrombie. Es capaz de meterte en el caos más brutal del centro de un combate, en el barro, en la primerísima persona de los soldados incapaces de ver más que un torbellino de brazos, mandobles y cotas de malla y sin embargo saber exactamente cómo se mueven las grandes masas de tropas, dónde se encuentra cada uno, qué maniobra está realizando y tener una visión de conjunto como un general en lo alto de una colina.
A mí me encanta el estilo de este hombre. Son libros totalmente desmitificadores. Coge los más altos ideales, los tópicos más loables y los pisotea, los arrastra por el barro, le arranca a tiras la épica, la gloria, el honor y todas esas tonterías con las que se ha arrastrado a lo largo de la historia a millones de jóvenes a morir en las guerras y te ofrece la verdad desnuda de las miserias humanas. Todo ello con un ritmo trepidante, una historia que te atrapa desde el minuto uno, unos personajes geniales y unas historias que, sin ser muy originales, están excelentemente narradas y nos hacen disfrutar un montón. Y sobre todo con ese humor que destila en cada página y que impide que sus libros sean deprimentes y antes al contrario, nos riamos con las desventuras (que no aventuras) de sus personajes.
Y digamos que dentro de las obras de Abercrombie podemos encontrar dos tipos: La trilogía de La primera ley y sus spin-offs, que son libros totalmente adultos y la trilogía del Medio rey, que yo no he leído, pero que es literatura juvenil, con lo que supongo que sus habituales excesos aquí estarán bastante edulcorados.
Yo es un autor que recomiendo encarecidamente a todo el mundo. Aunque tengo un amigo (puede que próximamente un ex-amigo) hereje y sin gusto que me dijo que había intentado empezar La primera ley y no había podido acabar ni el primer libro. Pero es un ser infecto que se merece que el inquisidor Glokta le arrastre a sus mazmorras para practicar con él sus horribles tormentos, no hay que hacer caso a este tipo de gente. Ha sido el único al que no le ha gustado este excelente escritor.