Harta de que el imán de la funda oficial del Papyre me destroce el abono de transportes, y como no me fío de la seguridad de mis fundas caseras, ayer compré por 8 euros una funda con cremallera en un puesto en la estación de Atocha:
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Es rígida, pero muy ligera. Como veis, tiene un par de asas para el transporte que además permiten sujetar el libro mientras se lee. Se cierra con una cremallera de doble cursor que a veces se atasca un poco, pero puede pasar. La única adaptación que he tenido que hacerle es ponerle un par de velcros para sujetar el Papyre, porque la goma de la parte derecha cae justamente en el centro de la pantalla. En la parte izquierda lleva un bolsillo de rejilla.
Para los no amantes del rosa ideal divino de la muerte, también las hay en gris y en negro.
La señora de la tienda me dijo que las está vendiendo como churros...