Seguro que no soy el único al que le ha pasado. Tengo humildes (pero que muy humildes) conocimientos de informática, son a nivel usuario y poco más. También sé montar un pc, porque en realidad es una tontería y son 4 piezas. En realidad toda mi afición a la informática viene por los videojuegos: yo soy un simple jugón, sin más.
Bueno, pues en mi entorno lógicamente lo saben y aquí empieza el problema, cuando un hermano te pide que le formatees el ordenador. Bien, lo haces, claro está, sin problema y con sumo gusto. Luego es un amigo el que te pide ayuda. Se le ha estropeado algo y no sabe qué es (siempre creen que es un virus). Vale, vas hasta su casa, compruebas que lo que ocurre es que ha cascado X pieza y se lo dices. Pues bien, como no tiene ni idea de hardware, eres tú el que tienes que ir a la tienda, comprarle el componente y colocárselo. Lo haces con sumo gusto, para qué están los amigos. Pero luego es otro amigo. Y otro familiar. Y después un compañero de trabajo. Uno quiere comprar un ordenador y pide asesoramiento, le dices que lo mejor es comprar por piezas y montarlo uno mismo. Craso error, no tiene ni repajolera idea de lo que es una placa base o un disipador, así que eres tú el que tiene que ocuparse de comprar todo, montarlo, llevarlo a su casa, instalarle el sistema operativo, configurarlo lo más sencillo posible y después instalarle todos los programas básicos, explicarle uno por uno cómo se utilizan (todos quieren aprender cómo usar el messenger, el e-mail y descargar películas). Y ojo, como a esa persona se le fastidie algo (o la fastidie ella, como suele ser más habitual), ya tienes la obligación moral de solucionárselo durante toda la vida.
Amigos, primos, compañeros de trabajo, amigos de tu madre, amigos de tus hermanos, amigos de un amigos... llega un momento en que el círculo se va ampliando más y más y más. Y ya no se reduce a los ordenadores. Ya no es que "se me den bien los ordenadores", es que, como sé disparar más rápido que nadie en el Call Of Duty 4, también por lo visto soy un entendido en televisores, así que cuando alguien quiere comprarse uno y no se aclara entre Full HD, HDMI, Vídeo compuesto y RGB, no sabe qué es una TDT integrada ni la diferencia entre la TDT-HD y la normal... ¿entonces a quién llaman para que les acompañe a comprar la dichosa tele? O simplemente para memorizar los canales en un aparato de TDT externo, o para cualquier otra tontería.
Hoy he echado un vistazo a la habitación donde tengo el ordenador y me he puesto hasta de mala ostia.
Tengo ahora mismo:
- un portátil de mi hermana con la pantalla totalmente fundida (según ella debe ser algún virus, según yo, la pantalla ha muerto para siempre jamás)
- una tarjeta gráfica para sustituirle al pc de una amiga, que también ha muerto.
- el pc nuevo que me ha traído un colega para que le instale un sistema operativo y los programas de siempre.
- una XBox360 de un compañero de trabajo que quiere que se la flashee.
Aparte de eso, esta mañana he estado en casa de una tía de mi madre que decía que no le funcionaba la tele y quería que se la arreglase (yo de teles ni idea, pero he pensado que igual se le habían borrado los canales del descodificador de la TDT o alguna tontería del estilo, que les pasa mucho a las abuelas), he ido y ni siquiera encendía. Era una reliquia de los años 80, extrañado me he quedado cuando me ha dicho que era en color. Hala, he bajado a la tienda de la esquina, le he comprado otra por cuatro duros con TDT incorporada y listo. Me ha llevado media mañana la tontería, entre ir hasta su casa, buscar una tienda abierta, comprar la tele, subirla a su piso, configurarle todo lo más sencillo posible (temblando estoy con la posibilidad de que algún día le de por accidente a la tecla de AV o cualquier otra de las 5 ó 6 entradas diferentes que tiene, porque no he encontrado una puñetera tele que simplemente valga para ver la tele, todas tienen doscientas conexiones para pc's, consolas, USBs y cualquier otra cosa que se te ocurra.
Y la guinda ha llegado cuando me ha llamado otro amigo que quiere que le edite un vídeo para conmemorar no sé qué leches de una sociedad gastronómica de la que forma parte. Pero no quiere las típicas fotitos con un efecto de transición simple entre ellas, no, quiere que hagan mil y un efectos, a cada cual más enrevesado y más puñetero.
Sé hacer todas estas cosas que me piden, pero... YA ESTOY HASTA LOS COJONES. Llega un punto, cuando tu piso ya parece el taller de Dell, en que te planteas que en algún momento tienes que decir que no.
Pero es que lo más gracioso es que quienes te piden los favores no consideran que a tí te cuesta un trabajo y muchísimas horas de dedicación y a veces de perder dinero en desplazamientos de aquí para allá, es más, casi creen que te hacen un favor ellos a tí dándote problemas a resolver que han creado ellos. "Como a tí te gusta trastear con las maquinitas, no te importará hacerme tal cosa, ¿no?". A ver, alma de cántaro, con lo que yo disfruto es en los tiroteos de los videojuegos, o cuando construí una máquina recreativa con un amigo, no destripando PC's, rompiéndome la cabeza para ver que falla en un ordenador que no he visto en la vida y que a saber qué tiene instalado y cómo ha sido tratado, con docenas de adware, barras de herramientas de propaganda y mierda por todos lados. No disfruto peleándome con un lector de DVD's de la XBox360 porque el muy cabrón no quiere ponerse en modo B para poder leer el firmware. No disfruto en absoluto. Lo hago como un favor a alguien que aprecio, punto. Como supongo que un mecánico puede arreglar gratis en un momento dado el coche de un amigo. Pero no me pone en absoluto tener todos los días enfrente dos o tres ordenadores dando por donde amargan los pepinos. ¿A tí te gusta que tu ordenador falle todos los días? Pues yo casi todas las semanas tengo en mi casa un ordenador que no funciona y que, por obligación moral, tengo que arreglar. Y, por supuesto, sus propietarios siempre tienen prisa en el arreglo.
Pues bien, está claro que en algún sitio hay que poner un límite. El problema es, ¿dónde lo pongo sin parecer que soy un auténtico borde? ¿En los hermanos, en los primos, en los amigos, en los tíos, en los compañeros de trabajo, en el amigo de un amigo...? Lo peor es que cuando arreglas algo la voz se corre y acaba recurriendo a tí media ciudad (y en ciudades tan pequeñas como Pamplona, donde todo el mundo se conoce, eso es un auténtico problema). ¿Conoceis la teoría de los 6 grados de separación? Si no la conoceis, buscadla por Google o similares, para que veais el alcance que puede tener.
Y, pensando, pensando, me ha dado por imaginar un escenario terrible... ¿y si me tocase la lotería? No 10.000 euros, sino algo realmente gordo, como el Euromillón. Está claro que, a menos que seas un ermitaño perdido en el Kalahari o un hikikomori antisocial (casos que dudo mucho que jueguen al Euromillón), tendrás un montón de amigos, familiares y conocidos. Y está claro también que, a menos que seas un auténtico cabrón egoísta, querrás compartir parte de tu buena suerte con esas personas. Y esa sí que sería una situación realmente jodida. Seguro que me pegaría noches enteras sin dormir pensando hasta dónde llega mi "deber" para con mis allegados, dónde pondría el límite, a quién solucionaría la vida y a quién dejaría abandonado con su triste vida proletaria, cual dios caprichoso.
Y he llegado a dos conclusiones:
a) no se le debería dejar comprar ningún aparato a nadie que no sepa cómo narices se usan, igual que no se permite conducir a gente sin carnet y
b) no quiero que me toque jamás el Euromillón
Mi primer deseo jamás será satisfecho, me temo, el segundo, me temo también, será realidad por los siglos de los siglos (sobre todo porque no juego)
Tengo un amigo que curra de chispas y, claro, él sufre también la "maldición del que sabe". Trabaja 6 días a la semana y el séptimo siempre le lía alguien para que le haga una instalación de no sé qué o le modifique no se qué otra cosa. Un día me dijo que le comentó a su madre que estaba harto de que le pidiesen favores y su madre, con gran salero, le contestó que se tenía que haber hecho inspector de hacienda, que entonces seguro que nadie le llamaba pidiéndole una inspección.
Me lo contó entre cansado y resignado... mientras yo le arreglaba el "Windows éste, que va mal y creo que me ha pillado un virus y a ti que te gusta trastear con éstos cacharros...".