Hombre, a decir verdad el auténtico experimento lo ha hecho Philips con su otro lector, el de Polymer Vision (que es otra división de Philips) y que en cambio sí que lleva el nombre de Philips, el Philips Readius. Ese sí que es algo totalmente diferente al concepto de cualquier otro e-reader de tinta electrónica.

El iLiad personalmente no me parece tan malo (sí me parece caro y también le veo otros defectos, pero ninguno grave). Lo que sí ha sido una cagada de proporciones monumentales ha sido el DR1000S que parece más un prototipo que un lector terminado y debidamente testeado.
Han vuelto a tropezar en la misma piedra que con el iLiad (la duración de la batería) y no solo eso, sino que lo que con el iLiad era una piedra, con el DR1000S se ha convertido en el Peñón de Gibraltar, y eso sí que es grave (y difícilmente son creibles sus cantos de sirena sobre que el próximo firmware solucionará esto).

La duración de la batería es una mentira habitual en todos los lectores (¿8.000 cambios de página?¿A alguien le ha alcanzado siquiera las 6.000?), lo que ocurre es que como en realidad duran un 30% de lo que anuncian pero aun así su duración es bestial y más que suficiente para los usos habituales nadie se queja, a lo sumo se esboza una sonrisa de medio lado al ver lo descaradamente que mienten.
En el caso del iLiad ocurre exactamente lo mismo, solo que en este caso la duración de la batería suele ser insuficiente para las necesidades del usuario y entonces se pasa de la diversión al cabreo.
Y en el caso del DR1000S directamente dan ganas de agenciarse un par de AK-47 y dos cananas y plantarse en la sección de I+D de iRex en plan veterano zumbado de la guerra de Vietnam.