Los personajes no tienen angustia vital. Por ejemplo el padre gobernante. Es malo, pero es malo de por sí, al estilo de las caricaturas de malo maloso con risa maléfica. No tiene justificaciones, ni personalidad. Simplemente manda matar a todo kiski. Para leer a un malo maloso de verdad, con justificaciones que ves coherentes y organizadas cuando las lees, Jaime y Cersei Lannister. Son malos a rabiar, pero sin embargo cuando lees desde su punto de vista, es tan claro y tan evidente que tienen que actuar como lo hacen...
El hijo, o es un psicópata rabioso (que no lo es, en el texto no hay nada que lo indique) o es un personaje plano sin personalidad y sin angustia vital. Eso de matar a su padre así, alegremente, y "luego nos vamos de copas", sin más, no tiene mucho sentido. No hay crecimiento de oposición con el padre, apenas se ve una mini escalada que ni se nota porque lo que ocurre entra dentro de las oposiciones y discusiones habituales entre una familia, más cuando ésta tiene rango social. No existe ningún tipo de angustia psicológica en el hijo que lleve a matar al padre, ni existe después una crisis ni nada parecido. Si fuera un psicópata, vale, pero no lo es.
Lo mismo pasa con los demás personajes.
Comentas en el primer comentario que a ti los saltos te han parecido correctos. A mi no. Como saltos están bien, pero durante la guerra aparecen cosas porque sí, sin más justificación. Un bando tiene un traje de camuflaje que el otro no. ¿De dónde ha salido? ?Cuál es la diferencia entre ambos bandos para que uno de ellos lo tenga y el otro no? La conversión de la mitad del ejército, la traición de los militares de alto grado no es una bicoca, y ocurre en una conversación de 10 minutos... No tiene sentido, no hay "angustia vital" en los militares que los hagan cambiar de lado, y donde podría haberse dado esa angustia y esa conversión, el autor lo tapa y no entra en detalles. Absurdo y de principiantes.
Aparecen armas y situaciones sin más. La cosa esa que encuentran, de repente desaparece de escena y se convierte en un huevo kinder. Primero la roban para abrirla, pero de repente ya no importa abrirla, sino que hay que esconderla a toda costa. En un momento las reglas del juego han cambiado. La primera parte de la novela no tiene mucho sentido en relación a la segunda, y la tercera tampoco en relación a las dos anteriores. En ellas cambia, por arte de birlibirloque, todo. El problema no es que cambie, el problema es que cambia sin justificar nada de nada.
Y el final carece de tensión. Si es una novela de aventuras, ¿por qué no hacer una carrera entre la formación de la estrella y la nave con los explosivos? Y si es una novela de personajes, ¿por qué no presentar las angustias de todos, las dudas, los remordimientos, los miedos?... No. Simplemente, después de que un hijo mata a un padre, uno se queda en tierra, el otro le dice que no es dinero sino explosivos lo que lleva la nave. Y el tercero va y se arroja alegremente contra la nave, sin más... Absurdo y de opereta, en ambos sentidos. Esa escena podría dar para mucho, pero mucho mucho de verdad en cuanto a psicología de los personajes y/o desarrollo argumental...