Ayer, hablando con una amiga, le dije que el texter, era quizás el invento más importante para la humanidad de entre todos los recientes. Una invención magnífica, algo con lo que hasta no ha mucho, nadie (salvo los escritores y lectores de SF) se habría atrevido ni a soñar. Queda la andadura de su introducción definitiva luego en el área profesional, laboral y especialmente la enseñanza (desde el colegio de párvulos, a la universidad), pasando por su utilización como diariio.
Lo que más hecho en falta es que aún ninguna fábrica (aunque seguro que están en ello) ofrezca texters autosuficientes, autónomos, con sus pocas celdillas fotovoltaicas (en la carcasa o en la funda), para que la batería esté siempre a tope de carga, como las calculadoras, algunos relojes y otros pequeños artilugios de electrónica de consumo.
Un saludo.