El problema ener es que el personal técnico de Sony en España no estaba cualificado ni tenía la preparación ni los conocimientos para reparar estos dispositivos. Evidentemente, al tratarse de un producto nuevo Sony debe reciclar y formar a sus operarios para que puedan conocer y reparar estos aparatos, algo que hasta ahora no se había molestado en hacer.
Además, al no vender oficialmente su aparato en España, probablemente su servicio técnico tampoco dispondría de piezas de recambio con las que poder reparar nada.