Esto ya lo probé yo el pasado verano en la playa. El temor al ambiente salino y tanta arenita me hizo meter a mi preciado léctor en una bolsa (¡parecía hecha a medida!) de esas alimenticia con cierre a presión hermética...
NO LA RECOMIENDO a nadie. El poco aire que contenía y el sol y calor ambiental creó una suerte de invernadero que literalmente mojaba el léctor, con lo que decidí dejar que se oreara convenientemente.