Wolder cerró

[katxan]

Seguramente me he expresado mal. Más que miedo me da pena. Me da pena por los pioneros, por los valientes que abrieron camino a los lectores de tinta electrónica. A varios de ellos los conocí personalmente y sé el enorme esfuerzo que dedicaron en intentar romper la resistencia de las editoriales a editar en digital. Eso no está pagado de ninguna de las maneras. Y son los que se han quedado por el camino, los que han quebrado y han terminado por tirar la toalla. Por eso me da pena.

No es el caso que tratamos de Wolder, porque sus lectores pues... ni fu ni fa. Ni tampoco les prestaron mucha atención, sólo era un producto más en su catálogo, les daba un poco igual vender lectores o zanahorias, era otro rollo, respetable dentro de la lógica de mercado, pero Wolder eran vendedores y punto, Leer-e o Grammata se partieron la jeta durante años para introducir los lectores electrónicos en España y que hubiera contenido para ellos. Y sí, me jode un poco que luego lleguen unos tiburones como Amazon, se encuentren lo más crudo del camino hecho y simplemente aplaste a los que lo han construido y se apodere de todo. Es más una cuestión sentimental que lógica, porque aceptando que vivimos en un sistema capitalista y que eso se traduce en que el pez grande se come al chico, es lo que toca. Pero no quiere decir que me guste.

No obstante, aceptando que todo lo que comentas es cierto, no es menos cierto que ya empiezan a ser muchísimas las marcas que se han ido quedando por el camino, no son casos anecdóticos. Y no es tanto el número lo que me alarma como la tendencia, que parece clara a que eso va a continuar siendo así hasta que queden muy pocas opciones, simplemente porque el mercado se ha reducido mucho. Al final la tinta electrónica no ha sido el gigantesco boom que se preveía y que llegaba para aniquilar al papel. No es comparable ni de lejos al mp3 o a las películas en formatos digitales, que era el gran temor de editoriales, autores y libreros. Ha llegado a su techo y no hay tarta para todos, parece evidente. Y también pienso que en un futuro no muy lejano nuestras opciones de elegir serán mucho más reducidas que ahora.

Tampoco niego que la calidad de muchos de los productos de las empresas que se han ido al garete en poco o nada mejoraban a la competencia. En general y salvo la honrosa excepción de los primeros modelos de Papyre eran bastante reguleros, por ser diplomático. Pero en general, prefiero que haya competencia.