Yo estoy leyendo Nueva carta sobre el comercio de libros, publicada en Playa de Ákaba, la editorial de Lorenzo Silva.
Voy más o menos por la mitad, y ya he leído opiniones para todos los gustos, desde los que demonizan el libro electrónico y lo consideran causante de la mayoría de los males que aquejan al comercio de libros hasta los que ven en él un futuro bastante prometedor.En la Francia de 1763, el escritor y filósofo Denis Diderot escribía una Carta sobre el comercio de libros encargada por la Comunidad de Libreros de París. En este texto, Diderot defiende los derechos de autor y la posibilidad de que los creadores vivan dignamente de su trabajo. Diderot sabía de lo que hablaba ya que él mismo no se enriqueció con sus libros y se vio obligado a vender su biblioteca para poder ofrecerle una dote a su hija. Más de doscientos cincuenta años después, el noventa y nueve por ciento de los escritores seguimos sin poder vivir de nuestras obras.
Veintisiete autores escriben aquí su Nueva carta sobre el comercio de libros y nos ofrecen sus opiniones sobre el plagio, los derechos de autor, la piratería, la revolución digital, la crisis cultural que habita en este principio de siglo, el cierre de librerías y otros muchos problemas que hacen del comercio y la distribución de libros un negocio no seguro y en peligro de extinción. Que eso suceda o no depende básicamente de nosotros: los amantes de los libros.