He terminado de leer este libro.

Como cuando leo según qué B.S., me quedo pensativo, sin saber por qué tendemos a picar y gastar nuestro precioso tiempo vital en leer esto, que es comparativamente lo que en alimentación denominamos comida basura.

Al igual que con las hamburguesas o el pollo frito y especiado, calman nuestra hambre, a la vez que con sus ingredientes hacen que sigamos comiendo (que queramos más) hasta terminar nuestra ración. Quedamos satisfechos, sin hambre, mas pudiendo, hemos dejado de nutrirnos mejor con (p.e.) unas simples lentejas estofadas, acompañadas de una pieza de pan de centeno y terminada nuestra colación con una sabrosa y modesta y aromática naranja...

En nuestro caso, tiene más delito (es un decir), pues tenemos a nuestro alcance decenas de miles de libros entre lo más granado de la literatura universal; con poco o ningún gasto... Disponemos de los mejores frutales, las mejores hortalizas frescas, carnes rojas, bebidas espirituosas, vinos y cervezas, postres refinados donde los haya...; y los mejores cocineros de la historia... Pero vemos un Burguer o un KFC, y entramos.