Es porque muchas veces ocurre eso, que algo que empieza no gustándote te acaba encantando.
El Señor de los anillos me costó empezar, pero a mediación del libro me empezó a gustar. Fue algo extraño y que me costó, pero de lo que no me arrepiento. Por eso dije que seguro que al final me obligaré a leer el primer libro enterito. Si con eso sigue sin gustarme, ya abandono definitivamente.