¿Vuestro momento más embarazoso?

[lucanora]

Eso me ha recordado el momento más embarazoso en El Gran Hermano de no sé qué país:

Esta sí que se tuvo que morir de la vergüenza.

Joe, no lo había visto... Ya de por sí el momento es para morirse, y encima televisado...

[Lopez]

Bueno, esto que voy a contar es un poco de película, pero lo recuerdo como uno de los peores y a la vez mejores momentos de mi vida.

Tenía yo veintitantos años y estaba en Londres viviendo. Una noche conocí a una chica, hija de padres españoles, con la que me lié medio en serio. Total, que con la confianza de que era español como sus padres, iba mucho por su casa... La chica tenía mi edad y una hermana un par de años menor, también muy guapa.

Una tarde que fui a buscarla a su casa, había olvidado que tenía clases de equitación y que llegaba más tarde y solo estaba su hermana, que me invitó a entrar y esperarla en casa. En fin... Que la hermana era muy guapa y... Bueno, que sin casi darme cuenta, terminé liado con las dos a la vez.

Continúe con aquel trío familiar durante semanas, compaginando como pude, hasta que llegó el día del cumpleaños de la que era mi novia "oficial". Fui a su casa, yo con miradas a mi novia y a la hermana, a la madre, al padre... cenamos, champán (creo recordar que cumplía 21, edad muy celebrada allí) y llegó el momento de los regalos...

Llega el padre y le suelta que le ha regalado una semana esquiando en Escocia, con todo pagado, para nosotros dos. Besos, agradecimientos... En esas que el padre se queda serio y me dice:

- Tú no tienes coche para ir, ¿verdad?

Yo en aquel entonces solo tenía moto, así que le contesté que bueno, que ya alquilaría uno. Muy, muy serio, nos mira a todos y dice:

- Llévate mi Jaguar.

Se produjo un silencio en la mesa. No sé, creo que todos notamos que allí pasaba algo que no era normal. Aquello era demasiada amabilidad. Tras unos segundos, yo acerté a decir:

- No, de verdad, es demasiado...

No me dejó acabar la frase. Tranquilamente, como el comenta las noticias, me dijo:

- Hombre, ya que te estás follando a mis dos hijas, total, llévate también el coche.

No dije nada ni miré a nadie. Me levanté y me fui.

Nunca averigué cómo lo supo, si la hermana había confesado a los padres, si nos habían visto...

El caso es que siempre me arrepentiré de no haberlo sabido llevar con más discrección. Y digo esto porque estoy seguro de que la madre también me tiraba los trastos. Lástima.

[ahorso]

El caso es que siempre me arrepentiré de no haberlo sabido llevar con más discrección. Y digo esto porque estoy seguro de que la madre también me tiraba los trastos. Lástima.

Eres mi ídolo. He quitado la foto de JL Sampedro de mi mesita de noche y he puesto la tuya....

Ahora en serio: ¿esta historia es real o fruto de tu calenturienta mente?

[Peto]

Tenía yo veintitantos años y estaba en Londres viviendo.

Mola la frase tipo Yoda. Abierta a todo tipo de interpretaciones, aunque le faltaría una coma,más, una vez leído lo que viene después.

[kutxi]

La verdad es que es curioso lo amplio y relativo que es el concepto de "embarazoso".

[negatus]

La verdad es que es curioso lo amplio y relativo que es el concepto de "embarazoso".

Imáginate qué sería más embarazoso que dejar a las hermanas en tal estado, haciendo hermanastros y primos a la vez.

[the_doc]

Imáginate qué sería más embarazoso que dejar a las hermanas en tal estado, haciendo hermanastros y primos a la vez.

Fácil, haberse liado con la madre también y dejar embarazadas a las tres al mismo tiempo.

[Peto]

Fácil, haberse liado con la madre también y dejar embarazadas a las tres al mismo tiempo.

O que el padre le ofreciera determinados servicios a cambio de su Kindle

[Lopez]

"Venga, una copa más y nos vamos".

Ni gitanos, ni mayas, ni meigas. Esa es la mayor maldición que un amigo puede echarte. Que levante la mano (o la pierna, si es chica con minifalda), el que no se haya arrepentido de haber dicho o escuchado esa frase. Siempre, siempre, las peores noches salen de esas veces que no quieres salir o que vas a salir en plan tranquilo. Supongo que hay un demonio de la juerga padre que se descojona cuando la escucha.

Pues así empezó la mía un viernes noche, con una reunión tranquila de amigos para tomar una cerveza e irnos a casa. 12 horas después, a eso de las 10 de la mañana, agarré a mis amigos del pescuezo y les dije "Fo me foy a fasa". Y, por fin, para casa que nos fuimos los tres. Recuerdo cómo se movían las calles, como las aceras serpenteaban, como las farolas iban y venían, en plan amago de chulito de barrio. Lo recuerdo metido una nebulosa que me río yo de la del Cangrejo. Ésta era, mínimo, de bogavante.

En esas estábamos, intentando arrastrarnos como babosas hasta casa, cuando la conversación derivó en deportes de invierno. Que si yo prefiero esquiar, que si yo prefiero el snowboard, que si yo prefiero el trineo... Yo defendía a capa y espada, con esa vehemencia y absoluta razón en todo que proporciona el alcohol, el snowboard, mucho más elegante y señorial que andar con palitos en las manos, dónde va a parar.

Para demostrarlo, decido hacer una demo en vivo y convertirme en Powerpoint humano. Veo una tapia blanca, empinada como pista negra de Benasque y allí, apoyado en un cubo de basura, trepo con agilidad felina.

- Mirad, mirad como hago snow. Disfrutad de mi apolínea línea mientras desciendo. Observad la perfecta curvatura de mi cuerpo, el balanceado equilibrio de mis piernas, la tentadora protuberancia de mis nalgas hacia afuera. - Grito a mis amigos, subido a lo alto de la tapia mientras simulo que voy a unos 200 km/h en mi tabla. Cuerpo flexionado, brazos separados para mejorar el equilibrio.

Mis amigos, desde el suelo, aplauden a rabiar mi demostración. Soy el ídolo, el punto G del grupo, el puto amo...

- ¡TE QUIERES BAJAR DE AHÍ, DESGRACIAO!

Es una voz ronca la que hace que desaparezcan las níveas montañas, la nieve en polvo y el gélido viento en la cara. Mis amigos dejan de jalearme.

Lentamente, vuelvo la cara hacia el otro lado de la tapia. No, no hay nieve y telesillas. No hay forfaits ni botas de apre-ski. No.

Veo una uniformada orquesta de viento y tambores de unos 30 miembros (eran todo hombres, nunca mejor dicho). Veo unos 20 Guardias Civiles, con su tricornio y todo. Veo gente trajeada y elegante, como en Ascott. Veo gente, mucha gente. Y allí, rodeado de trajeados, veo al ínclito alcalde, Don Bonifacio. Todos me miran. Todos.

Por el rabillo del ojo veo algunos guardias civiles que vienen hacia mí. Desaparece la borrachera. Solo acierto a gritar a mis amigos "Ostiaaaaaaaaaaaaaa". No hace falta decir nada más, ellos entienden. Juro que adelanté un autobús de Auto-Periferia, una moto de 600 c.c. e, incluso, noté como el espacio se plegaba ante mí, sin duda al saltar al hiperespacio superando la velocidad de la luz.

Aún hoy, cuando estoy a solas en casa, sin un ruido, en penumbra, creo recordar aquel ¡TE QUIERES BAJAR DE AHÍ, DESGRACIAO!

[ahorso]

Jo, qué rollo: en ésta no ha habido sexo....