
Iniciado por
Maldoror
Ya la he leído, Bella del Señor. Espléndida novela, primorosamente escrita, con un desarrollo de personajes perfecto. Se echa de menos a los esforzados tíos del protagonista, salen en un par de ocasiones, pero cuando aparecen la sonrisa y aún la risa son constantes. Sobre todo, Comeclavos, sublime.
Me parece que hubiera varios niveles narrativos en la novela:
- La narración del autor, que retrata fielmente personas, sentimientos y la evolución de los mismos.
- Los pensamientos de los principales personajes. A modo de discurrir permanente, prácticamente sin comas, sin puntos, se asemeja, creo yo, a cómo se producen los pensamientos: se agolpan, explotan, vamos de uno a otro, a veces hilvanados, a veces no. Sin tener apenas control sobre ellos.
- En una ocasión, utiliza la misma técnica para narrar lo que otros dicen, otros que son totalmente ajenos al protagonista. Los oye en tromba, en un bar, un pensamiento, otro, y otro, sin hilación.
- Y la aparición apoteósica de los tíos. Geniales, un toque de espléndido humor.
Por lo demás, el libro narra la evolución del enamoramiento, de la pasión desbordante, de su lento declive cuando hace acto de presencia el tedio... y, bueno, aquí lo dejo.
Maravilloso el retrato que nos hace el autor de Deume, marido de la protagonista, Ariane. La descripción de cómo se enfrenta a su trabajo es algo que merece la pena ser leído. Petulante y vago, incomprensiblemente pagado de sí mismo, es un experto en demorar una y otra vez el ponerse a trabajar. Se inventa mil excusas, y, en el libro, y a pesar de posibles quejas de sus superiores, se las apaña para no abrir un solo expediente en los días en que lo acompañamos a su trabajo.
En definitiva, una excelente novela que, no obstante, tiene momentos algo más difíciles de seguir (por ejemplo, los pensamientos sobre el amor, o sobre el desamor). En todo caso, merece la pena.