Bueno, hay varios aspectos a tener en cuenta.
Muchos han/hemos descargado libros por la cara con un espíritu vindicativo, revanchista. Las editoriales nos han chuleado y se han aprovechado de nuestra ignorancia y nuestro aislamiento mientras han podido. Cuando en el resto del primer mundo los libros, pelis, discos, etc. eran mucho más baratos (sin pararse a comparar la riqueza comparativa de los ciudadanos, que los hacía incluso más asequibles), aquí se seguía cobrando precios abusivos. De hecho, lo siguen haciendo en papel y en músia y lo han estado intentando en digital. La gente está harta, les tiene paquete y muchas veces descarga "para que se jodan". De ahí que mucha gente que podría permitirse pagar (casi todos, que poner la crisis de excusa es pura hipocresía en la mayoría de los casos) pase de hacerlo porque los del otro lado nos "deben" pasta de décadas.
Por otro lado, así como los mercados extranjeros reaccionaron rápido, y sacaron material abundante a buen precio en poco tiempo, el mercado editorial español se ha quedado como Bush en aquel parvulario cuando le comentaron lo de las torres gemelas. No es que la gente quisiera descargar por la cara, que también, es que
no se podía comprar legalmente. Para más inri, te ponían dificultades para comprar en el extranjero. Eso a generado un movimiento editorial alternativo, llamémosle
crowd-editing, jeje, que se ha pasado unos 5-6 años creciendo y tomando fuerza. Ahora tiene mucha inercia, la gente ha creado hábito y se ha acomodado. Además, el producto final es de muy buena calidad y su proceso de obtención es difícilmente mejorable.
Paralelamente, los vendedores de libros, que mientras no nos ofertaban nada nos llamaban ladrones y piratas, han ido sacando libros con cuentagotas, pero empelando unos métodos de blindaje anti-copia, tan inútiles en su protección, como incómodos a la hora de permitir comprar libros. Nos piden que paguemos por emplear un proceso de compra mucho más lento e incómodo que nos llama chorizos en todo momento. No es de sorprender que la gente, una vez más, pase. El refrán dice "dame pan y llámame tonto", las editoriales lo han entendido como "dame pan, aunque te llame tonto" y claro, la están cagando.
Por último, estos libros digitales que fueron sacando en 2010 y 2011 aparte de ser pocos, caros e incómodos de obtener y leer, tenían unas ediciones lamentables, mucho peores que las que ofrecía la producción del crowd-editing. Y es más, se ha dado el caso de editoriales que vendían ediciones sacadas directamente de ese crowd-editing. Increible.
Hace poco, finales del año pasado, comienzos de este, se ha empezado a notar un cambio. Precios más bajos, sin
DRM. Son pocos los que van por ahí, pero son los que venden. El perfil del lector digital no es el del consumidor de música o de pelis. Es gente de más edad, con mayor poder adquisitivo (no le va en nada gastarse 6€ en un libro y de hecho llevaba toda la vida gastando bastante más) y que no tiene tanto problema en pagar si el producto está bien y el precio es justo.
Por supuesto, va a seguir habiendo gente que se descargue por la cara, lo mismo que hay gente que supera el límite de velocidad, se engancha a Iberdrola ilegalmente o explota un acuífero sin permiso. En este sector hay gente que nunca va a pagara si puede evitarlo, como en cualquier otro. Pero la proporción es, por perfil de usuario, probablemente menor que en otros sectores.
SIn embargo los autores se quejan de tener una clientela choriza, cuando lo que tienen es una clientela maltratada que está muy muy harta.
El cambio no se va a dar de la noche a la mañana. Quizás paguen los nuevos escritores que se autoeditan el precio de los pecados de las grandes editoriales, pero es lo que hay. Habituar a la gente a pagar va a ser lento. Sin embargo, no se les puede reprochar gran cosa porque el proceso de ofrecerles algo en condiciones que tenga un precio decente lo ha sido mucho más. Yo tengo 41 años, he pagado precios abusivos por libros de papel, de manera habitual hasta hace 5. He pasado 3 años leyendo por la cara y ahora llevo dos años pagando por ebooks.
Bastante he tenido que esperar yo. Los vendedores de libros estáis obligados a ser pacientes por vuestro propio pasado. No como individuos, pero sí como colectivo. No es justo para los recién llegados, pero los recién llegados no son la mayoría, sino todo lo contrario. Esta guerra es entre los que llevamos tiempo leyendo y os que llevan tiempo vendiendo.