Aunque me falta como una décima parte he decidido mi calificación que es un 8 y ya le he puesto.
A mi me gusta, de hecho lo terminaré antes de empezar el de junio.
Estos días me acerqué a un museo con bastante pintura (cristiana, básicamente arte sacro, procedente de la desamortización de Mendizábal) de los siglos XIV, XV y XVI y ciertamente gracias a esta lectura la he mirado con otros ojos y he entendido algunos aspectos que me resultaban extraños.
Por ejemplo los dorados que abundan en un siglo escasean hasta desaparecer en los siguientes. Hasta me he fijado en las esculturas en el número de costillas de los cristos o mártires como varían en número acercándose a lo real a medida que avanzan los siglos.
Si uno se fija en las manos o en los dedos también se puede encontrar algo parecido.
El que incluya hacia la mitad del libro una historia de intriga (que a mi me gustan) me hizo aumentar el interés, pero me fascina la descripción de por ejemplo cómo justifica la tortura como herramienta policial un personaje o la estrategia que elabora y lleva a cabo el personaje femenino principal para poder moverse sorteando peligros de exclusión social por ser una "viuda de desaparecido".
Una interesante descripción de mentalidades y costumbres muy distintas a las nuestras para cubrir unas necesidades semejantes.
En fin que he disfrutado con el libro, aunque claro, es para leer despacio.