"¿Esto es el futuro? El farol de los "escritores Amazon" " - Fuente El Confidencial

[Catafracto]

Este artículo también lo hemos comentado en ForoKD.com. A mí me da la impresión de que ha sido escrito al dictado de los intereses de la industria editorial "tradicional", esa que mira por encima del hombro, pero con mucho miedo, al mundo de la edición electrónica y que se ha visto sorprendida por el gran éxito en España del Kindle y de los libros electrónicos baratos de Amazon.

El título del artículo no podía ser más desafortunado, pero me hace gracia que, entre otras sandeces, inicidan en el mito del "vivir de la literatura", algo que se pueden permitir muy pero que muy poquitos escritores. Para la mayoría de los nuevos autores que ahora publican en Amazon, esta plataforma es un medio de darse a conocer, si, pero también de obtener unos pequeños ingresos a cambio de tu trabajo. Porque somos muchos los que hemos publicado con pequeñas editoriales y todavía no hemos visto, al cabo de los años, ni un sólo euro.

En fin, un artículo muy parcial cuyo único destino es la papelera.

[xenxo]

Este tipo de gente es el que se negó a publicar "la conjura de los necios". Una de mis obras favoritas. Una cosa que comprobé y no se me ocurre ninguna explicación, es que desde que tengo el kindle leo mucho más.

[eximeno]

A mí siempre me ha sorprendido que autores que reniegan de la industria editorial y se autopublican, ya sea en Amazon o por otros medios, estén deseando que sus obras autopublicadas sean leídas por una editorial y pasen a formar parte de sus filas.

Yo creo que son medios distintos y que ambos caminos son adecuados dependiendo del autor y de la obra, pero no logro entender que te saltes los (para mí) necesarios filtros editoriales conscientemente y después estés deseando que esas editoriales te "fichen".

[Marta Querol]

A mí siempre me ha sorprendido que autores que reniegan de la industria editorial y se autopublican, ya sea en Amazon o por otros medios, estén deseando que sus obras autopublicadas sean leídas por una editorial y pasen a formar parte de sus filas.

Yo creo que son medios distintos y que ambos caminos son adecuados dependiendo del autor y de la obra, pero no logro entender que te saltes los (para mí) necesarios filtros editoriales conscientemente y después estés deseando que esas editoriales te "fichen".

Bueno, si reniegas entiendo que no es coherente, pero los autores que yo conozco que se han decidido a publicar en digital no renegaban de la edición de papel, incluso habiendo tenido malas experiencias con editoriales. Son perfectamente compatibles y de hecho muchos de ellos ahora se han pasado con esas mismas obras a papel.
En cuanto a saltarse los "necesarios filtros editoriales", el camino habitual es pasar por ellos, pero esos filtros llevan ya tres años que apenas filtran nada, y cuando se agota esa vía hoy en día por fortuna hay otras.

[eximeno]

No diferenciaba digital de papel, sino autoedición de editorial. Hay muchas editoriales que publican en formato digital, por ejemplo 23 Escalones.

Y yo mismo me salto los "necesarios filtros editoriales" cuando, por ejemplo, me planteo la publicación de un libro de ficción mínima que no encuentra salida comercial en este mercado. Lo he hecho con el último, "Gas Mask".

A lo que me refería era a que me sorprendía considerar que es positivo que a un autor que explora con una obra concreta vías alternativas al negocio editorial se le fiche posteriormente con esa misma obra. Si la decisión consciente fue moverse al margen de las editoriales -ya sea por rechazo ya sea porque no se consideraba una opción-, ¿por qué es positivo después que una editorial publique esa obra? Y ya digo que no es por el formato digital o el papel, para mí ambos formatos son igual de válidos.

[Marta Querol]

No diferenciaba digital de papel, sino autoedición de editorial. Hay muchas editoriales que publican en formato digital, por ejemplo 23 Escalones.

Y yo mismo me salto los "necesarios filtros editoriales" cuando, por ejemplo, me planteo la publicación de un libro de ficción mínima que no encuentra salida comercial en este mercado. Lo he hecho con el último, "Gas Mask".

A lo que me refería era a que me sorprendía considerar que es positivo que a un autor que explora con una obra concreta vías alternativas al negocio editorial se le fiche posteriormente con esa misma obra. Si la decisión consciente fue moverse al margen de las editoriales -ya sea por rechazo ya sea porque no se consideraba una opción-, ¿por qué es positivo después que una editorial publique esa obra? Y ya digo que no es por el formato digital o el papel, para mí ambos formatos son igual de válidos.

En los casos que yo conozco la autopublicación fue la única salida a un manuscrito que las editoriales no llegaban en la mayoría de los casos ni a leer. Cuando el autor tiene fe en su trabajo y es consciente de la realidad editorial del momento, se lanza a la aventura, más en digital que en papel porque no necesita arriesgar un capital que probablemente no tenga. Pero eso no quita para que su sueño sea ser editado por una editorial y si la autopublicación funciona puede llamar la atención de los mismos que no quisieron leerle y abrirle esa puerta, aunque es difícil. Pero casos hay como el de Eloy Moreno y El bolígrafo de gel verde (en papel) o muchos de mis compañeros que han firmado con Ediciones B (Bruno Nievas, Armando Rodera, Fernando Trujillo, Esteban Navarro...).

Como persona que escribe con intención de publicar, para mí al menos es muy distinto tener que hacerlo tú todo solo, además de escribir, a tener una editorial detrás (de las de verdad, que algunas se llaman así y deberían llamarse "imprenta con ínfulas") que corrige, maqueta, promociona, distribuye... Da tranquilidad. Pero solo si es de las de verdad

[ligrix]

Este tipo de gente es el que se negó a publicar "la conjura de los necios". Una de mis obras favoritas. Una cosa que comprobé y no se me ocurre ninguna explicación, es que desde que tengo el kindle leo mucho más.

ES el ejemplo justo en el que he pensado nada más empezar a leer el hilo, y que fue el que me dio fuerza para intentar publicar mi libro, dado que a su manera es un homenaje a La conjura.

La de truños que publican las editoriales al cabo del año, por no hablar de libros de famosillos, que eso sí que no es literatura ni es ná, o libros escritos por negros (Ana Rosaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa).

Además, no todo el mundo acierta a la primera, y a lo mejor el que hoy escribe un paquete, dentro de 10 años puede escribir una obra maestra, dado que ese es el proceso de mejora, escribir.

Otro gran ejemplo, y también uno de mis idolos: H.P. Lovecraft, en vida relegado a las revistas pulp, apenas si pudo ganarse la vida con la literatura, y ho y se le reconoce como el renovador del género de terror del siglo 20, y uno de sus mayores exponentes.

Lo que sí hay, y en abundancia, es mucha morralla periodística...