Seguro que por el título del hilo no entendéis nada pero, si os pongo un ejemplo, veréis como lo pilláis.
En la novela histórica, no aguanto las de los templarios. No sé, me caen mal. Estoy hasta el moño de esos misteriosos caballeros de la veracruz, con templos escondidos y millones de adeptos que no dicen nada a nadie y curran para ellos durante 20 generaciones. A lo Asensi, vamos.
Tampoco aguanto las historias que corren en paralelo entre la antigüedad y la actualidad, con una protagonista que es la reencarnación de Lady Arrea, que tiene visiones del pasado que van ayudando a resolver el supuesto misterio.
En Ciencia Ficción, no me gustan las novelas de viajes en el tiempo. Me ponen nervioso, termino sin aclararme nada con tanta paradoja espacio-temporal. No me creo nada. Un viajero en el tiempo, lo primero que haría, sería juntarse con su "yo" pasado y decirle "Anda, majo, compra unas acciones de la empresa esa que acaba de abrir, la de la manzana como logo..."
¿Y a vosotros? ¿Qué argumentos os sientan mal?