Hace ya varios años compré en Grammata uno de los primeros libros electrónicos que se veían por este país. Estuve contentísima con él durante mucho tiempo (incluso aunque se rompiera su pantalla por dos veces, cosa normal, porque va donde yo voy). Una de sus mayores ventajas era la amabilidad, rapidez y profesionalidad de su servicio técnico.
Debido a todo esto compré otros tres (para mi padre, mi cuñado y mi hermana). (Id realizando la suma de gastos, 4 libros más dos cambios de pantala...).
En esta ocasión se le rompe el libro a mi padre, y propongo a Papyre que me cambien la pantalla del mío, prácticamente nueva de su servicio de reparaciones, pero que se cuelga constantemente porqu está viejísimo al de mi padre.
La sorpresa: les cuento todo esto por teléfono, y me dicen que es necesario enviar explicación y fotos por e-mail. Tras enviar un e-mail con la explicación me contestan que mi problema es que la pantalla se ha roto (elemental, Watson).
En fin, después de tres llamadas telefónicas consigo hablar con un técnico que me cuenta que es imposible, porque cada pantalla tiene un número de serie diferente y bla bla bla.
Solución: http://www.lectoreselectronicos.com/...por-Kishpah%29 y su maravilloso tutorial ¡Gracias Kishpah!. Tardé 5 minutos en cambiar la pantalla que según Granmata era imposible cambiar.
Desde luego, he quedado muy decepcionada de su servicio técnico (uno de sus puntos fuertes en el pasado). No deberían olvidar que si han llegado donde están ahora es, en parte, porque sus primeros clientes hablábamos de ellos bien y los recomendábamos.
Tristemente, es probable que mi próximo libro electrónico, no sea Papyre.