Iniciado por
negatus
Consumido el quinto combinado, su mente estaba lo suficientemente embotada y su inhibición lo suficientemente relajada como para que le importara todo un pimiento.
Aunque en ese bar de copas no se solía bailar, aprovechó el espacio libre entre las mesas y la barra y se puso a bailar un ritmo de moda como si tal cosa, mientras sus compañeros de trabajo y el resto del personal lo miraban con la expresión del que sabe que no haría tal si no estuviera bien bebido.
Pero a él le daba igual. Se dirigió hacia su más antigua compañera, a la que había llegado a apreciar más allá de lo propio de una relación laboral, aun de tantos años; la abrazó con dulzura y la besó tiernamente en los labios. Contrariamente a lo que se imaginaba, ella no lo rechazó.