Curiosamente volvemos casi a los orígenes...
El primer léctor que tuve en mis manos (hace ya...) hacía prácticamente eso, transformar las páginas en un peculiar formato de imágenes, y pasaba eso, que tenían tamaños de megas y megas (20, 30, 40...) eso sí flipabas un montón. El firmware te creaba una impresora virtual que te "transformaba" el libro en cuestión a un formato accesible.
Lo otro, el menú en cuanto te descuidabas te metía caracteres chinorris.