Esto es cuidar un perro

[Pituso]

La noticia algo vieja pero entrañable.




Unger baña a Schoep hasta que se duerme. / Hannah Stonehouse Hudson (Stonehousephoto.com)
Esta historia va de dos amigos. Uno de ellos, un perro artrítico de 19 años que solo cuando se sumerge en el agua deja de sentir la tortura de sus viejos huesos. El otro, un hombre que devuelve el cariño que durante dos décadas le ha dado el animal y que lo mantiene a flote, en brazos. Schoep está enfermo y cada día, al atardecer, John Unger lo lleva al lago de Bakefield en Wisconsin y lo mantiene sobre el agua hasta que el perro se queda dormido con la cabeza en su pecho. La imagen que caza la escena, firmada por la fotógrafa Hannah Stonehouse Hudson (https://www.facebook.com/stonehousephoto) ha dado la vuelta al mundo y se ha convertido en un viral que habla sobre la amistad irrenunciable entre hombre y perro.
Unger cumple esa ceremonia desde que el veterinario le dijo que el mestizo pastor que le había acompañado durante media vida sufría tremendos dolores por una severa artritis y una displasia de cadera, dos males comunes a los canes de avanzada edad. Supo también que el agua y la falta de gravedad mitigaban los pinchazos de las dos enfermedades, así que tomó a Schoep y lo introdujo el lago. Lo tomó en brazos, le susurró como a los viejos amigos y el perro se quedó dormido. Desde entonces repite diariamente ese momento de intimidad.
Cuando los medios le preguntan a Unger por qué lo hace, responde que el perro ha sido su compañero de aventuras durante 20 años y que ha cuidado de él siempre. Ahora le devuelve el favor. Fue justamente al borde del agua cuando vivieron uno de sus momentos vitales. Fue hace mucho. John lo adoptó en un refugio cuando solo era un cachorro maltratado y desconfiado con los humanos. Tardó meses en creer en su nuevo dueño, pero se hicieron inseparables. Un año después, Unger y su novia se separaron y él cayó en una profunda depresión. Una noche, pensando en acabar con su vida, se acercó al lago. No sabe explicar cómo Schoep le hizo ver con su mirada que tenía que seguir adelante, así que dio media vuelta y juntos volvieron a casa. El perro no durmió en toda la noche. "Me estaba vigilando", explica su dueño.
Un viral directo al corazón
¿Cómo una historia tan íntima llega a dar la vuelta al mundo? La fotógrafa Hannah Stonehouse aún no se lo explica. Acostumbrada a trabajar con escenas de animales, retrató el momento de Unger y Schoep y la colgó en su muro de Facebook. En pocas semanas, la han compartido más de un millón de personas y se ha convertido en uno de los virales más tiernos de la cortísima historia de las redes sociales.
A Stonehouse ya le siguen miles de personas y cientos han querido ayudar a Schoep. Cuando hace un par de semanas John Unger acudió al veterinario, habían llegado centenares de donativos, premios, juguetes y medicamentos para su perro."No sé cómo dar las gracias porque no sé quiénes son los que nos ayudan", ha declarado el dueño, que no sabe cuánto tiempo le queda junto a su amigo. "Solo sé que siempre estaré ahí para ayudarle".

[ersott]

Preciosa historia, gracias Pituso.

Habrá muchos que no tengan o hayan tenido mascotas que no entiendan esta historia, pero los que tenemos amigos no humanos la comprendemos en su totalidad.

saludos

[Pituso]

Preciosa historia, gracias Pituso.

Habrá muchos que no tengan o hayan tenido mascotas que no entiendan esta historia, pero los que tenemos amigos no humanos la comprendemos en su totalidad.

saludos

Indudablemente el mejor y mas fiel amigo del hombre.


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[Peto]

Pues yo le niego la mayor. No le niego la buena intención, pero si de verdad quiere al perro y usa la cabeza, habría de sacrificarlo. Yo lo que estoy viendo es un perro tan dolorido que no puede ni dormir y que cuando el dolor recede se duerme de puro cansancio, incluso en el agua. Lo jodido que tiene que estar para acabar durmiéndose en el agua.

La escena es muy bonita, pero el resto del día ha de ser un infierno para ese pobre perro. Lo que tendría que hacer es reunir el coraje suficiente para darle una salida digna a su amigo. Los humanos no tenemos derecho a la eutanasia. Por suerte, los animales sí.

De cualquier manera, la historia es conmovedora y la devoción del dueño también.

Pero se está equivocando de parte a parte.

[ersott]

En parte estoy de acuerdo contigo Peto.

Nosotros, a mi perra nuca la tuvimos que sacrificar cuando, siendo ya bastante mayor, le detectaron un cáncer, el mismo vete nos lo comentó, que podíamos operarla pero se iba a reproducir e iba a ser un infierno para el animal.

Con todo el dolor de nuestro corazón lo hicimos, y estoy convencido que fue la mejor opción.

Joer, como se echan de menos los joíos, de esto hace ya la friolera de 15-20 años y todavía me emociono al acordarme de ella

[katxan]

Pero seguro que no le pone calefacción en la caseta, como hacía Isabel Preisler . Esa sí que ama a los animales. Hasta se ha casado con algunos.

[Peto]

Sí, e les echa sorprendentemente de menos. Yo saludo a mi perra casi todos los días cuando paso por donde está enterrada y viendo a su sustituta me viene a menudo a la cabeza. Y lo jodido es la coletilla que viene siempre con el recuerdo, pobrecilla, qué buena era.

[anabelee]

La historia es conmovedora, pero creo que tenéis razón y que, pese a que duela un montón y se les recuerde todos los días, lo mejor que se puede hacer por un animal cuando el dolor supera ese umbral, es sacrificarlo.

Y sí, se les recuerda muchísimo.

[Anoushka]

Yo nunca he tenido perro, pero os entiendo o los que lo teneis o habeis tenido porque se les coge cariño.
Cuando vivía en casa de mis padres mi hermana tuvo por un tiempo un kaskie "acogido"mientras el dueño se podía hacer cargo de él de nuevo, fue poco tiempo pero, cada vez que veo uno por el parque me acuerdo.

Ahora, una de mis compañeras de trabajo está fatal porque a su fox terrier le diagnosticaron un cáncer, lo tienen que operar y, le dice el veterinario que está muy mayor que, mientras dure...

[roebek]

Ahora, una de mis compañeras de trabajo está fatal porque a su fox terrier le diagnosticaron un cáncer, lo tienen que operar y, le dice el veterinario que está muy mayor que, mientras dure...

A veces sorprende su fortaleza. La gata de mis padres es mayor (unos 16 años, tantos que ni siquiera los recordamos con exactitud) y le detectaron un tumor. La veterinaria nos dijo que seguramente se quedaría en la operación y que nos fuésemos preparando para lo peor. No solo volvió genial, sino que sigue siendo juguetona y dicharachera. Eso sí, que no le quiten el solcito de la terraza para echarse su macrosiesta