Libranda... Como dice Faisanes, el tren de Libranda que pita más que anda Suena a libranza, sinónimo de letra de cambio, hasta donde yo llego; o de pagaré quizás también. Querrá decir libro que anda (como El Equipaje, de Pratcher), no libranza que anda, claro.
Es el caso que supuestamente hace su presentación, su puesta (mente) de largo, en junio próximo; se distribuyeron las entradas al baile, en este mismo mes, luego de más o menos un año de gestación de tan fausto fasto... Y no se ve que tengan ni una página web que llevarse a la boca (o a los pies, para andar). Ni nada.
Leí por ahí que será un B2B, término que tampoco es que sea algo definitivo en su inteligencia, al menos para mí, pues hay muchas acepciones o entradas que encajarían o cuadran con B2B. Sí que parece que no vaya a tener nada que ver con el lector (aquí es lector, no texter) o posible comprador final (en cuyo caso, sería B2C, creo)... Será un invento español, competidor de la paella valenciana, la sangría con canela y coñac... Es broma... Y es broma porque los ejemplos dados, son apetecibles. Lo de Libranda, será un invento inútil, como el motor de agua, de cuando yo era chaval (enseñaban un 600 en marcha, hasta en plazas de toros; olía a gasolina, pero no importaba, era español, el invento, las grandes empresas petrolíferas no dejaron desarrollarlo, etcétera).
Figúrense: Un librero, por B2B, tratando con un distribuidor o la misma Libranda que anda y calza, tratando (decía) la compra de un libro que le pide un cliente (cuando en Internet -y en nuestros DVDs, los más-, ya tenemos decenas de miles en español, en varias páginas, todos gratuitos, y algunos muy bien editados)... Seguiría, pero les dejo a ustedes. Yo alucino, vecinos.
Un saludo.