Iniciado por
ahorso
cualquier día nos sorprenden con un canon sobre los lápices, bolis y hojas en blanco y otros sistemas de copia y almacenamiento. no dista mucho de lo que ya hay
Hace unos años, cuando sólo éramos cuatro gatos los que conocíamos la existencia del canon, cuando todavía no había grabadoras de DVD, ni memorias USB de más de 256Mb, etc., debido a casos sangrantes como el de
SGAE vs. Traxtore, algunos decían en los foros y chats que iban a empezar a cobrar canon a los discos duros y líneas de ADSL, en plan cachondeo, porque hacer algo así era demasiado estúpido. Era una hipérbole. Ahora a todos nos suena la última ley al respecto.
Lo bueno de todo esto es que están perdidos. No tienen nada que hacer, ni estos, ni las discográficas, ni las productoras de cine (que no de tele), ni nada. Por si alguien no lo sabe, existe una cosa que se le conoce como
agujero analógico, que por mucho que se empeñen los directivos y políticos, es imposible de cerrar, y permite copiar tal cual (incluyendo sistemas de protección, si los hubiere) sonido, vídeo y texto. Y respecto a compartir las cosas,
tampoco pueden hacer nada.
La cosa está en que el saltarse las protecciones puede ser más o menos coñazo, y por ejemplo yo no me pasaría una tarde para quitar los estúpidos avisos del FBI y de la SGAE de un DVD, o quitar ese horroroso invento de las zonas en los DVD si uno de éstos valiera 5¤ y pudiera ser descargado (fuera costes de soporte físico y transporte), o su equivalente musical y librero, pero sí que lo haría si por un DVD te clavaran 40¤, o 30¤ por un disco, o 25¤ por un ebook. De hecho, existe una persona que es muy parecida a mi, que vive en una casa casi idéntica a la mía y que se llama igual que yo que lo hace con los DVD muchas veces sólo para joder a la Fox y a la Disney, los más pesados con sistemas anticopia, pero no soy yo, yo no hago nada ilegal y nadie debería hacer nada ilegal.
Esa misma persona a encontrado libros de texto en torrent en cantidades, libros que nunca se habría comprado pero que le evitan tener que ir hasta una biblioteca en la cual no pagaría un duro por verlo y usarlo todo el tiempo que quiera, y que se ha descargado más de 30Gb de ellos. De vez en cuando gentes del mundo de la política y de la farándula (aunque ahora se hagan llamar "de la cultura") hablan de la biblioteca de Alejandría, de la época de los griegos, del mundo árabe-persa pre-fundamentalismo, en la que todo el saber universal estaba a disposición de cualquiera, donde había (relativa) libertad de expresión, cultura, arte, ciencia, y todos eran felices y comían perdices. Ahora tienen en sus narices la Biblioteca de Alejandría, o algo a lo que ésta jamás podría haber imaginado que se podría convertir, y la quieren cerrar o sacar tajada de ellos. Pues muy bien. No tienen nada que hacer, y lo saben. Y si no lo saben se darán cuenta demasiado tarde.
Por cierto, para acabar, ¿soy al único al que le parece grotesco que los derechos de autor se hereden o trasciendan de un modo u otro tras la muerte del autor? (autor = depositario de los derechos de autor, los suyos)