Iniciado por
cellaris
La comparación con "Orgullo y prejuicio", en relación a su falta de "acción", es acertada. Efectivamente no son relatos que se centran en acontecimientos, sino en personas. Y eso es precisamente lo que a mí me gusta de este libro. Finalizando el libro, un personaje que perfectamente podría pertenecer a nuestra generación, nos da la clave cuando afirma "simplemente se sentaban y se miraban, y adivinaban lo que pasaba en su interior. (...) Bueno, aplaudo a tu generación por haber conocido más los pensamientos privados del otro, ya que nosotros no tenemos tiempo para descubrir ni siquiera lo que hay dentro de nosotros mismos". El protagonista de "La edad de la inocencia" pertenece a un mundo, perfectamente retratado, que intuye que se acaba, y sus continuos cambios de opinión y estado de ánimo son fiel reflejo de aquellos que se saben habitantes de un mundo que irremediablemente va a desaparecer. Es una novela crepuscular (y esa es la principal diferencia con las novelas de Jane Austen, donde el orden natural de las cosas siempre se acaba imponiendo) donde se anuncia el triunfo de los visionarios de los teléfonos, aviones, transatlánticos y otras "maravillas de Las mil y una noches", y al que contrapone las conversaciones y miradas ante el fuego de una chimenea, o la visión de una hermosa mujer contemplando el mar. Libro visual y psicológico para los que, como yo, prefieren la "sorprendente quietud" de una novela donde apenas pasa nada.