La verdad es que la incorporación de Oreader ha sido un gran acierto de Onyx. Es un programa muy personalizable que tiene buenos detalles como el control de luminosidad deslizando los dedos o el cambio de grosor de la fuente (similar al del Kobo, pero configurado apretando la pantalla). Lástima que no tenga una opción para mantener los estilos internos del documento. En ese caso sería definitivo para mí.