-La mala noticia...-dijo Julius, y bajó la voz un poco-. La mala noticia es que con tanto beber ayer se nos olvidó apagar el dispositivo de frío de la cárara.
-¿Y?
-Que ahora mismo ese chico tarambana está bastante muerto.
De veras que reí en voz alta, y bien reído.
Gracias a que estaba solo; si no, habría tenido que dar explicaciones (casi contar los antecedentes de la estrambótica historia). En el resto de lo leído, no he vuelto a reír así, pero la sonrisa de lelo creo que sea constante, al menos en mi caso. Humor puro, fino, frío; además de perfectamente
envuelto... Me quito el sombrero ante gente que escribe cosas así y las ofrece al mundo (especialmente a éste, tan necesitado hoy de la risa y la sonrisa).