Pues ejemplos como este son los que me hacen pensar en la luz al final del túnel. Probablemente a mí me habría pasado como a Surquizu, veníamos tras una generación que había carecido de casi todo y no supieron sustraerse (y con ello la educación que nos dieron) a las luces de colores del consumismo por entonces incipiente.

Y ahora esos mismos derroteros se convierten en esa falacia que está empezando a sonar por doquier: "Nuestros hijos van a vivir peor que nosotros"... como si nosotros viviéramos mejor que nuestros padres o como si tener más cosas fuera igual a vivir mejor.

Con ejemplos como el de este muchacho nuestros hijos vivirán mejor que nosotros... porque sabrán vivir con menos cosas, porque tendrán menos "necesidades". Esa es la idea que intento transmitir a mis hijas.