Creo que solo unos pocos foreros los saben, pero soy el presidente del comité de empresa de la fábrica donde trabajo. Se trata de una multinacional japonesa que, según su memoria económica del año 2010, tuvo unos beneficios de 4 millones de euros.
Pues bien, la semana pasada, el mismo día que nos comunicaban los beneficios que habían tenido nos dijeron que en noviembre tenían intención de presentar un expediente para despedir a 50 currelas y que en enero quieren que estén ya todos fuera. Se niegan a negociar absolutamente nada ni a buscar alternativas. No es una empresa afectada por la crisis, ya que ahora mismo nuestros clientes principales son brasileños y chinos, países muy pujantes y a los que la crisis ha hecho muchísima menos mella que en Europa.
Así que, lógicamente, no nos ha quedado otro remedio que ponernos en pie de guerra y a mí, como presidente del comité, me toca encabezar la resistencia, con lo que mi día de 24 horas se ha visto reducido a la nada entre asambleas, concentraciones, ruedas de prensa, reuniones, colocación de pancartas, reparto de octavillas, más reuniones, consultas a los abogados, presiones a los políticos, etc. etc.
Todo lo que se nos ocurre y más, porque en estos días que corren quedarse sin trabajo es la mayor tragedia que le puede ocurrir a cualquiera, porque esta crisis no tiene visos de acabar a corto plazo.
En fin, que no he escrito esto para llorar, sino simplemente para explicar los motivos por los que es muy probable que no me veais por la web durante días o incluso semanas enteras, que me pasaré de vez en cuando si consigo un hueco, pero que ahora mi prioridad absoluta es otra y me va a absorber totalmente.
Por eso si no contesto a e-mails, o no me veis por aquí o que no se solucionan fallos en la página o veis que no os contesto a nada, no creais que me he muerto ni que la web ha quedado abandonada ni nada por el estilo. Para mal o para bien, todo habrá terminado a mediados de diciembre y yo volveré a mi rutina diaria en esta página, pero hasta entonces estaré desaparecido en combate.
Dejo la moderación del día a día a las dos vigilantes del foro, que la casualidad ha hecho estrenen su cargo justo poco antes de que me surgiera todo ésto. Seguro que hacen una labor fantástica y cuidan a la perfección del rebaño durante mi ausencia.
Nos vemos cuando acabe la guerra.